domingo, 30 de noviembre de 2014

"Con estilo y elegancia... Se despide la vagancia"


En estos 6 años de literatura capaz no demostré un gran cambio pero de como empecé en primer año y llegar al fin a quinto año en literatura fue mucho para mí. No es una materia que me guste para nada, es una de las que menos yo le doy importancia, eso no significa que lo haga apropósito pero me cuesta mucho decidir a ponerme leer o capaz leer sola, siento que cuando agarro un libro estoy yo sola leyéndolo que puede o no gustarme. Hay libros que si me gustaron pero nunca los termine siempre llego a la mitad y me quedo, nunca pude llegar a terminar un libro por completo excepto este último “Piedra, papel o tijera”, fue él que quise terminarlo para darle un fin a lo que significó para mí la literatura. Sé que nunca a tiempo pero lo hice porque en estos 6 años, terminar e irme del cole no podía dejar de no hacer trabajos porque no me guste leer. Sentía que así yo le daría un fin a lo que fue la literatura en el Liceo.

En estos últimos meses no apreste atención, no cumplí con las tareas. Es tarde para subir y que te tomes el tiempo de leer porque yo no lo hice en tiempo y forma como lo pediste. Pero yo los voy a subir igual es así como yo me siento que a pesar de mi irresponsabilidad con esta materia pude decir chau, adiós y hacerlo esta vez no por obligación sino porque la tarea q más me gusto fue la de poemas. Me gustó mucho leer los trabajos que hicieron mis compañeros. La gran mayoría hablaba sobre lo que se viene, los sentimientos, lo que nos espera. Y yo en este trabajo, hablo de lo que realmente siento  o vivo mejor dicho. No busco pensar en lo que se viene de cómo será lo que viviré, busco solamente que mis papás en la entrega de diploma puedan leer no sé si será poesía lo que escribí. Quise tratar de que la unas de las personas que más quiero en el mundo o la persona que lea, pueda entender que yo no quiero pensar cómo será mi futuro, ni mi presente, soló poder vivir un minuto aunque sea de lo que yo era feliz cuando compartía el mismo sentimiento con mi papá de ir a la cancha. El sentimiento por la camiseta lo sigo compartiendo siempre con él, desde mi casa, viendo el partido o escuchándolo por radio pero no es lo mismo ir y en este momento de triunfo o derrota estar al lado de esa persona y que pueda ver lo mismo que yo vivo.

Sos una de las profesoras que más quiero, no tuvimos mucho intercambio en compartir o yo pedirte ayuda para no quedarme. Sos una de las personas que más tiempo estuvo con migo en el Liceo. Donde más me ayudaste y capaz estuvimos más cerca fue en 3ro cuando tuve que dar la tercera materia, compartimos un mes que me ayudaste un montón, tanto en sintaxis como en escritura. Aunque me falte mucho por aprender, lo poco que tengo es mucho para mí. Yo era pésima escribiendo y ortografía peor, me cuesta una banda tratar de expresar y decir todo lo que siento cuando quiero escribir, pero en estos 6 años, hay un cambio y yo lo siento, será mínimo pero mucho para mí. Te agradezco por confiar en mí, y perdón por no aportar mucho entusiasmo en esta materia.

Repetir para mi 4to año fue doloroso, entrar en un curso que solo había compartido un mes en tercero y ver que mis compañeros siguieron y están terminando y que yo tendría que estar ahí con ellos. Son dos cursos muy diferentes que viví, siento y debo decir que el curso que mejor me sentí fue este, fue el que realmente fui yo, donde hay compañerismo, hay unión a pesar de todo. En cambio en el otro era siempre competencia, siempre división.
Les quiero agradecer a todos, fueron 2 años que compartí  con ustedes que la pase genial! Los voy a extrañar mucho, espero que más allá que esto termine que cada uno siga su rumbo podamos juntarnos y  que siga fuera del cole. Para mí se me fue muy rápido estos 2 años que compartimos, espero que sea el comienzo de más años viéndolos  y sentarnos a recordar algún día, alguna anécdota o recuerdos vividos juntos.
Daniela Sampedro
 

Finalizar

No dudo al decir que este trabajo es el más difícil.

Es muy fácil no ir más al colegio, pero no tanto tener que darle un final a esto, lo que se vivió, de alguna manera. 


Personalmente, creo que esta materia no fue solo una materia; cada clase fue diferente, siempre o casi siempre, hubo algo que me mantuvo despierta e hizo que me interesara, una especie de "mística", entre un millón de comillas si se pudiera. no se como explicarlo. tal vez en cuanto a la literatura no tanto, no fue lo que leimos lo que me más me gustó (hubo cosas que si me gustaron pero no voy a englobar todo), si no el cómo se fueron dando las clases. 

Soy una persona que siente o cree sentir que ciertas cosas que se dan en la vida son destinadas para uno mismo, que en algún momento uno vive algo que lo marca. 

Me acuerdo de en 4to año cuando Graciela hablaba (con un silencio rotundo y molesto en la clase) sobre el aparato que se describe en "En la colonia penitenciaria", y la mesa en la que estaba sentada hizo un ruido acorde al movimiento que realizaba con las manos para demostrar el funcionamiento del mismo, y me acuerdo de lo que se sintió en el momento. Dudo que alguien lo recuerde como yo o que en su momento lo haya notado, pero a mi me quedó marcado, y hasta escribi ese mismo día una entrada en mi blog personal sobre eso. Cosas insignificantes como esas son las que me llevo de las clases.

La palabra "cínife", que Amadío dijo que era linda, y si, es linda.

Leyendo "Las ciudades invisibles" descubrí una que tiene mi nombre, lo cual es raro porque me llamo Melania, y también fue como sentir que "la literatura también puede ser para mi", de alguna manera muy infantil. 

Evaluando oralmente la lectura de "La tierra del fuego", el papelito que saqué de la bolsita con muchos papelitos tenía escrita la palabra "DESTINO", y todavía lo conservo, hasta ahora, no se muy bien por qué pero ¿será porque el destino quiso que a mi me tocara ese papelito?

Este año, todo lo que leímos sobre Latinoamerica fue increíble, porque es muy cierto que estamos absolutamente todos bastante sumidos en mentiras que son tan cotidianas que resulta dificil notarlas, y es bueno que una profesora de literatura, por ejemplo, nos muestre un poco la realidad desde otro lado, y de maneras tan diferentes. 

Son pequeñeses que en otras clases no encontre, y que hicieron a la materia única y diferente. También era muy lindo vivir esos recreos antes de las clases de literatura en las que teníamos prueba o algo por el estilo y nos juntabamos todos a debatir sobre el tema, todo lo leído, aunque llegaba Graciela y nadie, salvo unos pocos, comentaban nada. El por qué de eso es algo que ninguno pudo descubrir, y es un poco lamentable. 

Me llevo cosas muy importantes, muchas cosas que abrieron mi mente y me hicieron y hacen ver absolutamente todo de manera diferente, y hasta mejor. Hubo incontables momentos en los que odié la materia, no me gustaba lo que hacía, en 4to año, pero este fue distinto. Hacer el libro de poesías fue lo que más me gustó hacer, y leer los de los demás también. No se queda atrás tampoco el diario de lectura, porque todo esto fue más escribir que leer, supogo, y logre expresar todo lo que quise. Creo que momentos en los que se hablo de religión no fueron los mas comodos porque muchas cosas eran como una molestia, pero es lo mismo que tener que aprender que los hombres venimos de los homo sapiens mientras que en mi casa siempre me enseñaron otra cosa. 

De lo que estoy completamente convencida es que me gusta mas escribir que leer, me gusta escribir acá también porque es una manera de expresarme que en las clases no encontré. Mi profesora, y probablemente una de las pocas personas que lea esto, fue la culpable de que haya decidido comprarme un libro por mi propia cuenta, sin obligacion, y creo que era una de mis expectativas en otra autoevaluación que hice, si no me equivoco, porque el único libro que leí alguna vez por propia voluntad fue "Abzurdah" y fue lo más lindo que hice y a la vez lo que peor me hizo.

Asi que te agradezco, profe, por tu trabajo, que es más que hacer leer un par de cuentos y libros a un grupo de estudiantes, evaluarlos, asignarles números que terminan siento sus notas, si no que es el enseñar mucho mas que eso, aprovechar cada clase de 80 o 40 minutos y dar lo mejor de vos para nosotros, hacer verdaderamente lo que siginifica tu trabajo. Entiendo como te habrás sentido muchas veces, pero estoy bastante convencida de que todos nosotros nos llevamos mucho de vos. Gracias a vos, y gracias a todos mis compañeros también (aprovecho el espacio) por haber compartido tanto tiempo juntos, a pesar de absolutamente todo, y por hacerme quererlos un poco más cada día en el liceo y fuera del liceo también. Son un grupo de personas increíble.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Trabajo final-Delfina Candi Tormos.

Mis ojos a través de la literatura. (link del trabajo)

Gracias a todos, con amor Delfina.

pd: reitero lo que Emi H. dijo en su pd, jajaj.

Gracias por este viaje juntos.

Debo admitir que al principio era una de las materias que menos me gustaba. Probablemente porque me costaba, pero con el tiempo empecé a disfrutarla más.
Siempre me gustó leer, de chiquita leía mucho y aunque la idea de leer “por obligación” nunca me atrapó demasiado, también lo disfruté. Pero cuando llegaba el momento de analizar y relacionar conceptos e ideas era cuando más me costaba, quizás por el hecho de que algunos me parecían libros bastante complejos o porque sentía que nunca iba a llegar a lograr el análisis de la profe, y eso, en cierto modo, me frustraba. Esas clases en las que Graciela analizaba cada libro eran mis momentos favoritos, podía pasarme toda una clase escuchándola que no me aburría, al contrario, me sorprendía todo lo que podía llegar a tener aquel libro y que en varias ocasiones yo no me había dado cuenta. Cambié mi modo de leer, creo que mejoré, me cuesta darme cuenta sola de eso, pero si hay algo que sé es que ahora disfruto más mis lecturas.
Este año fue bastante particular con esta materia, sentí que cada trabajo que tuvimos que hacer me dejó algo, me enseñó algo. El hecho de no haber tenido pruebas como el año pasado y haber hecho diferentes trabajos tan creativos me despertó el entusiasmo de leer. Me gustó mucho la literatura latinoamericana, y disfruté cada debate que tuvimos en clase, compartir ideas, expresarnos, fue muy lindo.
Sin duda crear mis propias poesías fue la mejor parte, y también mi mayor desafío. Nunca tuve mucha creatividad para la escritura, me cuesta expresarme escribiendo, pero las poesías fueron algo que me encantó, quizás porque uno juega con sus propios pensamientos, lo que siente o simplemente lo primero que se le viene a la cabeza, pero disfruté cada momento en el que me sentaba a escribir. Mi libro lo hice muy personal, al igual que las poesías, creo que intenté expresar la mezcla de sentimientos que tuve este año, o por lo menos algunos. Lloré escribiendo y lloré cuando lo leí todo terminado, por eso siento que me identifica mucho y que me encantó haber podido compartir este trabajo con mis amigos, y que ellos compartieran los suyos.
Gracias profe por acompañarnos en este camino, por tantas enseñanzas, por darnos la oportunidad de crear y de expresarnos. Me encantó haber compartido todos estos años con ustedes, me llevo muchísimas cosas.




Los quiero y los voy a extrañar mucho.

En camino..

Les agradesco a todos por haber transitado con migo estos años, los que sean, y por haberme dejado transitarlos con ustedes. A pesar de la vida, o a causa de ella, veo que todos cambiamos, crecimos y evolucionamos, me alegra verlos hoy... y los voy a extrañar mucho.
Bueno eso, GRACIAS! y mucha suerte en lo que vendrá.
Sigamos creciendo, cambiando y evolucionando..

Cantares (se hace camino al andar)-Joan Manuel Serrat


Link al trabajo!!

Y profe, seguí haciendo lo que haces que es excelente, no te desanimes, la diferencia entre un profesor que realmente cree en que nosotros podemos y se pone las pilas para que nosotros también lo creamos con uno a quien le da lo mismo si enseña matemática o historia, es inmensa. Te agradezco por el esfuerzo, el compromiso y el cariño que compartís con todos.

Pd. Emi, perdón por usar glogster también es que me acorde que existía cuando vi el tuyo :)

jueves, 27 de noviembre de 2014

Para siempre

Creo que si hubiese tenido que hacer este trabajo hace 2 o 3 meses, mi autoevaluación sobre lo aprendido hubiese sido muy negativa. Es recién ahora, cuando ya terminamos 5º año, ya terminamos la secundaria, ya terminamos esta etapa, que pienso y valoro todo lo que aprendimos en literatura. Siempre la sentí una materia muy difícil de aprobar, casi imposible. Sentía que me faltaba mucho para poder con la materia y ese mucho no lo creía poder conseguir nunca. Una vez me hicieron un análisis en clase, diciendo que tengo apariencia de que sólo me importa la nota, y es cierto, casi siempre me importó sólo la nota porque al principio hiciera lo que hiciera siempre aprobaba con lo justo, con 6, eso me trajo hacia atrás en vez de hacia adelante queriendo más y no me esforcé mucho para los trabajos siguientes. Tampoco voy a mentir diciendo que no me gustó hacer ningún trabajo porque, a pesar de no dar todo de mí, los disfruté y mucho. Haciendo fuerza a la memoria me acuerdo desde el trabajo de inventar un cuento. Lo hice con Santiago Martinez. Fue un muy buen trabajo. “Berdel  Somaôs” se llamaba el protagonista, lo inventamos nosotros haciendo una especie de anagrama, esperando que alguien notara que es “Doble es sombra” o algo así, ya no recuerdo bien, creo que nadie lo notó pero me sentí muy satisfecho por el trabajo realizado, en ese cuento sí traté de esforzarme por la nota aunque recibí un 6. Debe haber sido ese trabajo el que impulsó para atrás como dije antes porque ya ni me acuerdo de las demás notas. Bueno, el trabajo de las ciudades invisibles fue uno de los que más me costó, pero me encantó cómo quedó el resultado final, debo confesar que nunca leí el libro. Para no ser tan específico voy a seguir resumiendo esto más en general, para no aburrir. Pero antes de esto, necesito aclarar esto, por si algún día más adelante decido entrar al blog y poder recordar todo. Esta parte va dedicada especialmente a nuestra profesora: Graciela Amadio, quien hizo de mi literatura en la secundaria una etapa sufrible, casi imposible diría yo, pero una vez que se termina es cuando se valora todo lo recibido. Me encariñé con ella en 3º, pese a que la tuvimos muy poco tiempo como profesora en el curso, nunca voy a olvidar todos los martes a las 13.30 de la tarde nuestro apoyo de sintaxis. Ahora es cuando tengo que reconocer que al principio estaba sumamente perdido en análisis sintáctico. Cuando empecé a captar el tema no prestaba atención en clase con la otra profesora porque sabía que Graciela me iba a explicar todo en apoyo. Luego ya tenía muy claro el tema pero seguía yendo porque me sentía mejor analizando oraciones con ella que analizando en las pruebas. Era más una forma de divertirme en mi tiempo libre que una práctica. Espero no haberle hecho perder tiempo importante de su vida, porque yo lo disfruté y creo que es uno de los mejores recuerdos que me llevo de ella. Luego, en 4º me sentí desvalorizado, ya debe ser la 3ª o 4ª vez que lo digo, aunque con otras palabras. Llegué a un punto en el que hacía los trabajos tratando de pensar en qué le podría gustar. En 5º año perdí la mayoría del cariño que le tenía porque cada clase se quejaba de que se sentía rechazada por nosotros y nosotros no dábamos respuesta a eso. Yo lo sentía bastante pesado que siempre pasara lo mismo pero fue recién en esta recta final del año cuando la empecé a querer como antes y a valorar como la profesora que es. Participar con ella del acto de los 60 años del Liceo fue una experiencia única. Eso fue lo que hizo darme cuenta de que ella siempre quiso hacer que todos participemos de todas sus propuestas, de que siempre se mata pensando en algo que nosotros nos pueda gustar, en vez de a ella y muy pocas personas dieron todo de sí para hacerlo. Me disculpo por eso y por no haberme puesto las pilas antes. Luego vino el trabajo del libro de las poesías, el libro almanaque. Me siento muy conforme con el libro que hice aunque sé que a la profesora no le gustó, o por lo menos su primer comentario al verlo no fue positivo pese a que no estaba presente para escuchar el comentario, me enteré que no fue lo que ella esperaba. Pero para entonces, aunque me decepcioné un poco, no me importó porque al fin y al cabo creo que cumplí con la consigna e hice lo más importate, que es hacer algo que a mí me guste. Lo que realmente disfruté hacer fue el diario de lectura, es el trabajo que terminó de abrirme los ojos. Ahí fue cuando advertí que todo lo que Amadio nos trataba de enseñar sobre cómo leer y yo pensaba que era imposible de hacer, lo estaba haciendo. Estaba siendo capaz de leer, analizar un poco, y escribir al mismo tiempo que trataba de analizar, aprendí a leer de otra forma, de mirar los textos con otros ojos, fue algo increíble. Hice una excelente decisión en el libro que leí y creo haber hecho un diario de lectura bueno. Fue el mejor trabajo desde mi punto de vista. Además de relacionarse con la dictadura, “dos veces junio” fue un libro muy emotivo para mí y ahora es cuando me arrepiento totalmente de no haber visto los demás trabajos como vi este último. Todos los trabajos eran para dar todo de sí. Espero que la generación siguiente sea capaz de verla y no sean como yo que no pude hacerlo y ahora me quedo con las ganas, porque sé que nunca más voy a tener de profesora a Graciela Amadio, el ícono de literatura del Liceo 9, espero que por lo menos con nuestra participación en el acto del aniversario la gente entienda que no está mal ser parte de esto. Lo único que tengo que criticar son las clases, siempre fueron muy densas para mí, quizás porque no me interesa la materia, pero podrían ser un poco más didácticas, como fueron algunas este año, con el tema de las poesías o el teatro leído. Los libros que tuvimos que leer me gustaron todos menos Hamlet, que hasta el día de hoy no entiendo la parte del cementerio, si es que por lo menos entendí que hay una escena en un cementerio, además me aburrió bastante la obra, los disfrutaría más viéndola que leyéndola. Sin embargo, creo que es un libro imprescindible para 4º año, quizás yo no soy capaz pero a esa edad la gente debe estar lista para comprender textos así. Otra cosa también es que hay que ser más estrictos con las fechas de entergas, porque este año casi nadie se tomó la fecha en serio, me incluyo en ese grupo. Sé que a la profesora no le gusta amenazar con las notas, porque prefiere ver qué hacemos y nos tomemos nuestro tiempo. Pero por lo menos amenazar crédulamente referido a las notas y la fecha de entrega, porque este año tuvimos muchísimo tiempo para hacer los trabajos y sin embargo fueron muy pocos los que lo entregaron a tiempo. Y bueno, creo que no voy a escribir nada que no esté referido a nuestra profesora porque me parece que de esto se trata la autoevaluación, de ella y de mí a lo largo de estos años. Por lo menos me voy feliz de no habérmela perdido como profesora de sintaxis, porque ella fue realmente quien me enseñó todo lo que sé. Me sentí muy bien cuando nos cruzamos en biblioteca y la vi dando clase de apoyo de análisis sintáctico a 3 alumnos y me veía a mí sentado frente a ella. Moría de ganas de ir y aprender más. Me estoy yendo por las ramas y más que autoevaluación esto parece un diario hacia la profesora. No me quiero despedir de 5º, no me quiero despedir de esta etapa, del curso, que ya no es más curso, ya se terminó todo. Si 5 años se van volando a una velocidad increíble, no hace falta aclarar cómo pasan 2 años de literatura. Por lo menos me alivia saber que el fin de mi vida literaria en la escuela fue con Amadio. Y agradezco que no veré más algo con la materia en la facultad porque ahí sí que me iría muy mal, ¡Recién me siento preparado para lo que se ve en 4º año! Es difícil despedirse de todo, cuesta mucho darle un fin. Fue una experiencia inolvidable, una serie de trabajos excelentes que quisiera volver a hacer con más ganas para ver lo que realmente puedo hacer, pero bueno, me despido de la literatura escolar, ahora sólo queda leer libros por cuenta propia. Hay uno que me espera desde febrero y dejé por la mitad: “Danza de dragones”. Al pobre lo dejé cuando empecé 5º y debe ser lo único que me queda por realizar este año para finalizar el lapso. Los personajes me esperan para despedirse del año. Tengo muchas ansias de continuar esa lectura porque tengo muchas expectativas de leerlo como leí “Dos veces Junio”. Es una pena dejar atrás todo esto, principalmente porque no me siento listo para lo que se viene, mucha gente me dice que tengo el potencial necesario para lograr mis objetivos pero no tengo esa confianza necesaria para hacerlo. Espero poder hacerlo.









Aprendiendo juntos

  Para este último trabajo que nos dejaste, hice una pequeña recopilación de algunos trabajos que hicimos desde el 2012. Cuando te tuvimos como profesora (aunque por muy poco tiempo ese año), comenzamos una relación de cariño y aprendizaje que creo yo y por lo que dijiste en algunas clases, pudo ser muto.
  En tercer año, pudimos compartir "Ha llegado un inspector", el cual no recuerdo tanto, pero se que me había gustado leerlo. Este mismo año también había análisis sintáctico en lo que no era muy buena y me parecía inservible, pero de a poco fui entendiendo, hasta que a fin de año pude sacarme un nueve, un gran logro para mí.

  En cuarto año, lo que más recuerdo que tuvimos que leer fue: "Informe para una academia", "Edipo", "Hamlet", "Los Justos", y algunos minicuentos. En "Informe para una academia" aprendí a usar el programa Glogster, que me gustó mucho, aunque al principio era difícil tomarle la mano. Comparamos "Edipo" en donde el personaje principal sin saberlo mata a su padre y se casa con su madre; "Hamlet" donde Hamlet padre es asesinado por su hermano Claudio, quien se casa con su esposa, y aparece como fantasma para pedir venganza a su hijo, quien mata a Polonio, a Claudio en la pelea, su madre muere envenenada por tomar de una copa y él fallece por una espada envenenada; "Los Justos", un grupo de terroristas que van contra los duques. Los tres cuentos se basan así en las injusticias, venganzas e intentos de buscar justicia por parte de los protagonistas. Éstos me gustaron mucho leerlos, porque además de ser historias conocidas, son interesantes, me gustó analizarlas en clase aun que recuerdo que no me fue bien en la prueba, me sirvieron para ver como la justicia por mano propia en los tres casos no resulta del todo bien. Tuvimos que hacer un cuento de a dos, en el que recuerdo que las ideas que nos surgieron en el grupo fueron muy divertidas e interesantes, la pasé muy bien intentando hacer un buen cuento con alguien, en donde lass ideas iban variando y pudimos ponernos de acuerdo para lograrlo. Los minicuentos me parecieron muy divertidos, me encantó hacerlos y poder escuchar algunos, tuve bastante inspiración en ellos, y fueron una de las "mejorcitas" cosas que puede hacer ese año.

  En quinto, este año, comenzamos con una imagen con objetos que nos representaran con solo verla, y leímos "La tierra del fuego". Con éste, hicimos dos trabajos, uno sobre los Pueblos Originarios, comparando cómo se ve la realidad de ellos ahora y cómo la muestra el libro, utilizando el programa Prezi el cual se me dificultó mucho la primera vez que lo probé pero luego me fue gustando ; otro trabajo que hicimos, separándonos en grupos entre los que habían leído "Facundo, civilización y barbarie" de Sarmiento, "Martín Fierro" de José Hernández, o "El hombre de la esquina rosada" e "Historia del guerrero y la cautiva" de Jorge Luis Borges, primero debatimos entre nosotros para tener una idea general y analizar lo que habíamos leído, y luego nos separamos en grupos de tres con los que habían leído los otros libros, y así hacer un trabajo con el formato de una revista, utilizando un nuevo programa para hacerlo. Con este trabajo pude notar que me gusta mucho la manera de escribir de Borges, y como le fascinan los cuchillos, los espejos, y los laberintos. Cuando comenzamos con poesía pensé que no iba a poder hacer ni un solo poema, me parecía imposible llegar a hacer algo que ni siquiera me gustaba leer, pero cuando comenzamos a practicar empezaron a salir algunos buenos y otros que tal vez podían llegar a modificarse. Así, hicimos un trabajo en el que había que hacer quince con un tema en común y luego hacer un libro, haciéndolo me divertí  mucho, pensando ideas, pegando y coloreando, fue una de las cosas que más me gustó hacer. Leímos  "El simulacro" de Borges, el que relata una verdad de Perón y Eva increíble y sorprendente. Como última tarea tuvimos que elegir un libro entre algunos que había sobre una mesa, todos con el mismo tema en común, la época, en la que hubo dictadura, desaparición de personas, los Mundiales del '78 y '82, y la Guerra de Malvinas, así todos relataban una visión de las cosas desde una perspectiva en la que a todos nos llegó a emocionar e impactar. Con esto tuvimos que subir en forma de diario lo que habíamos leído, y el otro día, el último día, lo pudimos comentar en clase.
Así, el último día contando cómo nos había ido leyendo y entendiendo los libros leídos, cómo nos atraparon, nos emocionaron y nos sorprendieron, pudimos notar lo que aprendimos en estos años. Adentrarnos en un libro y poder analizarlo por nuestra cuenta, me parece una de las mejores cosas que algunos pudimos lograr, ya que, es una gran enseñanza que para el futuro porque el año que viene si agarramos un libro no vamos a tener clases como las que tuvimos para analizarlo. También algunos sentimos que crecimos como pequeños escritores, que podemos desarrollar más alguna escritura propia e interpretar algunos cuentos  muy rebuscados. Todos pudimos tener nuestros días buenos y malos, pero las clases a mi parecer fueron lindas. Éstas a veces fueron un espacio libre en donde cada uno pudo expresarse y decir lo que pensaba al respecto de la clase, los cuentos, el momento que pasábamos y cómo nos sentíamos. Siempre sentí que contaba con el apoyo de mis compañeros y de mi profesora, eso se los agradezco mucho porque pienso que todos pudieron acompañarme en este viaje de aprendizaje y crecimiento. 
Pensaba subir una grabación leyendo un poema, pero recordando todos estos años, pensando en lo que pasamos además de las clases, y los increíbles momentos vividos juntos, se me quiebra la voz y no hay más palabras que pueda decir más que, gracias profe y gracias quinto primera por estos años compartidos!
Ahora nos toca seguir a cada uno por nuestra cuenta..









                            


Se los va a extrañar






hasta 5to y mas allá!!!

 En estos últimos años cambie bastante y eso afecto a mi forma de participar en las clases.Fui aprendiendo varias cosas  tanto en el colegio como fuera de él.Literatura fue una de las materias que no me molesto tener.Por momento me gustaba y en otros simplemente no me disgustaba.
 No mejore mucho mi ortografía,es algo que me molesta. Quizás nunca me gaste mucho en intentarlo.Pero si cambie mi forma de escribir y leer.Un poco de manera consciente y otro poco inconsciente.
 Los trabajos que mas destaco son los grupales,esos momento en el que el curso dejaba de estar separado(no importa porque motivo) y trabajamos todos juntos,ya sea intercambiando opiniones o dando ideas nuevas.Por el lado de lo individual ,disfrute las lecturas,mas allá que muchas veces no haya leído a tiempo.Este año todo lo relacionado con poesía me gusto.Ademas ,fuera de lo que es la clase,disfrute mucho formar parte del acto de los 60 años del colegio.
 Cambie, crecí, aprendí y mas.Me llevo un gran recuerdo de las clases de literatura, de vos (Graciela) como profesora y persona y de todo el colegio en general.Fueron cinco años que no creo olvidar jamas y me gustaría repetir.

Fin de un Ciclo.

Yo creo que fueron cinco años excelentes que me dieron todo tipo de aprendizajes y experiencias buenas junto a mis compañeros y docentes. Con respecto al proceso de la materia lengua y literatura fue positivo. Me ayudo a trabajar en equipo ya sea de a dos, de a tres y hasta de a cuatro, adquirí práctica en la lectura algo que yo no hacía muy a menudo, también escribí mucho, algo que me gusta y que mientras más escribo trato de mejorar mas. Obviamente hubo temas que me gustaron más que otros, para destacar la poesía, el teatro y me gusta mucho la literatura latinoamericana.

     A lo largo de este proceso he tenido momentos altos y bajos, algunos disfruté más, otros menos pero de todos  siempre fui aprendiendo algo. Yo este proceso lo separaría en dos etapas: de primer a tercer año uno y el otro cuarto y quinto. En la primera etapa se vivieron las primeras experiencias, con lecturas y análisis no tan complejos como los que vinieron en la segunda  etapa. Como dije el balance es positivo sobre todo por algo que ocurrió a mediados de quinto con la lectura de “Facundo” de Sarmiento. Fue que despertó en mi las ganas de leer, tal es así que luego de terminar “Facundo” continúe leyendo libros, poesía, es decir, me voy del colegio sabiendo que voy a seguir leyendo, no sé si mucho, poco, seguido pero sé que voy a seguir haciéndolo. Esto me pone muy contento porque hasta el año pasado pensé que nunca iba a poder despertar esas ganas de lectura por cuenta propia. Sé que tal vez no lo demuestre tanto en clase pero es así, seguramente esa sea mi deuda con la materia haber dedicándole mas entusiasmo aunque también es verdad que no fue, a lo largo de la secundaria, de mis favoritas. Nuevamente creo que el balance es positivo porque salgo más preparado que cuando entre al colegio. Gracias por acompañarme en este proceso.

martes, 25 de noviembre de 2014

Literatura a pesar mío

Al pensar en mi recorrido, en mi aprendizaje, lo primero que me sale expresar va por el lado de una de mis aficiones, la escritura.
Y honestamente, pensaba que no había una gran oscilación a la hora de escribir después de dos años, pero hace unas semanas, ordenando y hojeando las carpetas de años anteriores, encontré unos textos que me sorprendieron; cambié mucho mi forma de escribir. Ahora es mejor, peor, no lo sé. Podría diferenciarme de la pasada en tener un poco más de facilidad para expresarme; adquirí más vocabulario, o pude amigarme un poco más con palabras que antes no conocía muy bien. Pero la verdad, es que creo que el verdadero aprendizaje –dudo que sean necesarias clases de literatura para aprender vocabulario-, no puede ser consciente, por eso me produce una tanta incertidumbre escribir esto. ¿Soy yo quién sabe si aprendí o qué aprendí?
Con la lectura me pasó algo similar. También permanecía este pensamiento de que no había cambiado o aprendido nada y lo reforzaba aún más mi vigente dificultad ante comprender y analizar un texto narrativo. Y es que este último tiempo probé leer. Leer por mi cuenta, sin que el libro vaya volviéndose traslúcido a medida que voy recorriendo las oraciones, que vaya desapareciendo y dejando ver, imponente, la fecha de entrega de un trabajo que vehemente arrasa a todas las palabras dejando a las hojas y a la mente en blanco. En cambio, frustración, desgano.
Y quizás fue interesante esta lectura de los cuentos -eran cuentos los de la probada de leer- por mi cuenta, porque a medida que iba leyendo uno de ellos, me surgieron ganas de escribir, como me pasaba hace mucho tiempo. También me produjo más sensaciones, me dio más ideas. Esto es quizás todo lo que puedo reconocer que aprendí, o que cambió; todo lo consciente. Pero más allá de lo mínimo positivo que pueda resultar haber encontrado algún efecto después de estos dos años, no puedo evitar que merodee por mi cabeza esto que es lo que en verdad me lleva a estar escribiendo.
Que es difícil, porque más allá de que no sea consciente de lo que aprendí según mi teoría escasamente argumentada, sé que no pude aprovechar todo lo que me pudo haber proporcionado la materia. Difícil emocionalmente, porque a pesar de que leer un libro, al menos por ahora, no sea algo apasionante para mí, las palabras cumplen un rol muy importante en mí. O en todos en realidad, pero esto es como cuando aquel profesor de física que sabe que sin la óptica geométrica no podríamos vivir, cosa que no dudo que sea verdad y que tampoco me interesa, se lamenta ante la falta de interés ajena. Las palabras me ponen en el lugar del físico incomprendido al pensar en vivir sin ellas. Admiro su poder, admiro a la gente que habla bien, a quienes usan las palabras exactas para describir algo; me pueden generar un gran disgusto la mala gramática, la mala ortografía, el mal uso de los verbos. Algunos me dicen que tengo que ser profesor de lengua. Pero cuando veo una frase, e independiente de cómo esté escrita gramaticalmente, me viene ese gusto suave, esa admiración donde ya juegan los sentidos y no la moral ortográfica, o cuando veo una biblioteca llena de libros esperando, o al recordarme a mí, de más chico, leyendo disfrutando, o cuando yo mismo, a pesar mío, me encuentro abriendo un libro sin motivos que entienda, me doy cuenta de que la literatura no escapa a esta afición a las palabras. Y es por eso, supongo, que haber perdido al arte de las palabras como una compañera estos dos años, porque sé que nunca me esmeré en la materia, me produce un dolor grande, como el de una despedida a alguna gran posibilidad. Nada impide que pueda seguir leyendo, y si me dan ganas voy a hacerlo, pero de todas maneras allí se fueron, marcando el recuerdo de la secundaria, la posibilidad de mostrar mi esfuerzo, mostrar mis ganas, tener una referente con este arte, leer libros. Y esto me pasó por la cabeza toda la última clase de literatura. Y ahora mismo me doy cuenta de que no me salió decir nada de esto pero que lo puedo escribir. Y a partir de esto, se sigue acorralando y quedando sin escapatoria este supuesto desinterés de la literatura, de la escritura. ¿Por qué escribo entonces? Y es la tristeza que tengo ahora la que termina de devorar a esta creencia del desinterés, y hacerme ver que creo que me excedí de la consigna. Qué bueno, una vez.
Es curioso, es como que si quiero saber si me gusta leer o no, tengo que leerme. No dejarme llevar por el discurso del personaje principal, ver los indicios. Por eso no me aseguro de lo que creo sentir para basarme en mi interés.
Expresada esta zozobra, o al menos saciado un poco tras el descargo, vuelvo un poco a la consigna.
Aprendí, supongo que sí, pero a pesar mío. Quizás obtuve lo más básico, que es saber que existen los libros. Saber que hay algo más que caracteres y hojas en uno. Supongo que aún estoy en proceso de saber qué es lo que hay, si es que rescaté algo de las clases. De todas formas, saber lo que hay puede ser independiente a las clases.

Ahora, a ver que va a pasar a lo largo de la vida, y bueno, a ver qué va a pasar con las palabras que aún me van a estar acompañando, ¿a pesar mío?, como profesor de lengua. Y literatura.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Diario de Lectura- La casa de los conejos.

Elegí este libro porque me llamo mucho la atención de su tapa/contratapa y el pequeño resumen de la historia que aparece. 

A medida que empiezo a leer el libro, leyendo las primeras oraciones me siento muy identificada con la niña que narra la historia.. 
Por otro lado la historia transcurre en una etapa bastante movilizadora para toda la sociedad Argentina, o por lo menos la mayoría. También algo que me llega mucho es que la historia transcurre en La Plata lugar de nacimiento de mi papa. 

El personaje principal llego, con su ternura, a generar un cariño muy grande, a medida que pasan las hojas me gusta mas, no se que pasara cuando termine, tal vez cambie mi visión de la historia o tal vez no... 
Los "paisajes" que describe son muy familiares para mi y bastante poco atractivos, no porque "la casa no sea linda", sino porque la situación que se vive allí no es para nada agradable. 
Al aparecer nuevos personajes voy descubriendo mas cosas de esta nena de 7 años que vive en una época de la Argentina poco agradable. 

Cada vez que leo me voy metiendo mas y mas en la historia, quisiera estar allí con ella que dice llamarse "Laura Nadedenada". Constantemente estoy fluctuando entre la visión de una nena de 7 años con una gran madurez, que sabe todo lo que pasa, que tiene que decir y que no y al mismo tiempo con una perspectiva de una nena de 7 años con esa inocencia que caracteriza a los nenes de su edad, esa mirada de ternura frente al horror, que poco sabe y se imagina, esta viviendo.

Una de las cosas que mas me llamo la atención fue con la facilidad que se habla de la muerte. Me aterra el hecho de saber que una nena de 7 años esta acostumbrada al termino "milico", "cana", "muerte", "clandestinidad"

Las cosas que esta niña a pasado me generan impotencia. el hecho que deba atravesar todo tipo de humillaciones simplemente para ver a su padre, o tener que esconderse simplemente para ir a lo de su abuela. Bronca eso genera, bronca. 
Cuando para nosotros un pequeño juego es algo insignificante , inocente, para las monjas del San Cayetano y de la época es "gravisimo".
Leer la historia y a su vez relacionarla con los apuntes leídos de la época en historia, o lo conocido por todos se me estremece la piel. Escuchar (en mi mente), leer lo relatado por una pequeña es estremecedor. 

Paisajes conocidos, reales, imaginables...cada oración me la imagino, yo ahí dentro, siendo la pequeña niña. También me imagino la familia que acobija y digo "que buena fortuna por ellas" y a la vez "pobres".
El miedo, eso es, ella vive con miedo, aunque tal vez a la gente que la rodea no se lo diga. El miedo no es bueno pero no hay cosa peor que temer al miedo.

Y el fin llego, cumplió, por suerte, con todas mis expectativas de lectura. Tal vez no sea al final de princesa pero es el final de un principio que sigue hasta la actualidad. Tal vez sea el final para muchos pero espero que ese allá sido el comienzo para Clara Anahi y su abuela en una inmensa búsqueda.


Fin. 


jueves, 20 de noviembre de 2014

"Un dolor de perderlo y una alegría por haberlo conocido"-Pequeños combatientes.

 Elegí Pequeños combatientes por la tapa y por el titulo,ya que pensé que trataría el tema de la dictadura pero desde la visión de un chico.Mis expectativas eran mas que nada , entender un poco mas lo sucedido en la época y poder entretenerme con la lectura.

14/11/14 Pag 66 cap.10
 Esta primera lectura me gusto bastante.La idea de mostrar la mirada infantil en la etapa de la dictadura me parece buena.
"Podíamos parecer niños cualquiera ,o incluso niños perturbados,pero nosotros eramos pequeños combatientes."Describe perfectamente todo el libro.
 Me fue fácil encariñarme con la protagonista,mas haya de que en ciertos momentos me parecía irritante.Algo que llamo mi atencion es que ninguno de los personajes principales tiene nombre,mejor dicho,no se menciona .Creo que esto hace mas fácil que uno se identifique con la historia , ya que la falta de nombre ,a mi parecer, quiere decir que puede ser cualquiera (incluso uno).
 Me gusto mucho la relación y comparación que hace con la 2da Guerra Mundial.Es un tema que me atrapa con facilidad y que sea mencionado en el libro me da ganas de seguir leyendo.
 Destacaría en esta primera lectura actitudes y acciones de la protagonista.Aporta su mirada de lo que esta pasando ya sea correcta o no.El grupo revolucionario que formo con su hermano, la nueva religión y la misión para evitar el  entumecimiento de neuronas son claros ejemplos de una niña con un intelecto superior al de su edad,una gran imaginación y curiosidad.
 Es increíble como afronta "Lo Peor" transformando todo lo que le toca vivir en una "misión"

15/11/14  Pag 107 Cap 15
 Me sigue sorprendiendo como cuando todo parece estar bien y ella ser una chica "común",pasa algo que la hace salir de su infancia para tener que actuar como un pequeño adulto.Como su visión,ingenua por momentos, da otra mirada  de lo que paso es increíble.
 Dentro de todo este tramo que leí las frases que me "chocaron" fueron:
"Como si nosotros no supiéramos que con volver alcanzaba y sobraba"
"Nada es peor que "Lo Peor"
 Estas frases me fueron descolocando de lo que leía,eran como un cachetazo que me recordaba todo lo que pasaba.
 Como logra darle un nombre a lo que paso sin tener que decirlo es otra cosa que no pude dejar pasar.
 Por otro lado marca nuevas perdidas para la chica.Su amiga, su profesora de ingles y los 3 vecinos hijos de desaparecidos.La única persona que se suma a su vida  después de "Lo Peor" es la amiga de sus padres,la cual creo que le sirvió no solo de compañera sino también de soporte.Esta segunda lectura me dio ganas de seguir leyendo.

17/11/14 Pag 152 y un poco mas.
 En esta ultima lectura fue la que mas me impactó.No se por donde empezar.Si remarcar frases que me gustaron y/o me hicieron ruido,o si remarcar y pensar nuevamente en la gente que se fue de la vida de estos pequeños combatientes.
 Pensar en que la abuela no volvería con ellos a Bs As ya me parecía mucho.Pero ,aunque lo suponía, su muerte me impactó,me conmovió y ,por primera vez en esta lectura,me hizo llorar.No suelo emocionarme tanto con una lectura.Y hasta  a mi me sorprendió estar llorando.¿Por qué ? ¿Por qué no?.Nunca tuve relación con mis abuelos , es mas, solo conoci a una.Entonces ¿Por qué justo esto me llego tanto?.Creo que esa relación abuela nieto  me dio, por decirlo de alguna manera, celos.Pero siempre me pareció hermosa.
    "Se puede callar,se puede renunciar,pero lo que no se puede es dejar de estar enamorado,ahí la voluntad no sirve de nada".Hermosa frase.Una de tantas que encontré en este libro.Y al igual que con las demás estoy de acuerdo.
  Mi hermano estaba muy entusiasmado con el asunto del avión.Yo esperaba que fuera por lo de estar encima de las nubes y no porque se acordaba de cuando en la casa de los vecinos de al lado,las chicas nos hacían mirar para arriba y saludar a mis padres cada vez que pasaba un avión.No esperaba leer algo así.No tan crudo.No tan de la nada y dicho tan a la ligera.Supongo que hace referencia a los vuelos de la muerte, y si es así, no tengo palabras para describir lo que me genera leer es fragmento.
   Me sigue sorprendiendo como todo lo nuevo que conocen ,ya no solo personas, se termina yendo de sus vidas.En este caso hablo de Mario. Algo tan simple e insignificante  como una rama ,que según los chicos era un perro.Hasta eso perdieron.
  Otra cosa impactante es imaginarme el momento en que le apuntan a la cabeza a la chica.Aunque después de lo de la abuela nada me pareció peor.La ultima frase que destaco es:
               "El tiempo pasaba y nosotros crecíamos. Y ella no estaba."


Mis expectativas están mas que cumplidas y el libro me pareció excelente.Aunque tarde en leerlo y cumplí tarde la consigna, estoy contento de haber hecho este trabajo y de haber elegido este libro.Ahora siento mas cercana la dictadura y todo lo que paso.Y entiendo que la "frialdad" de la historia no se compara con la forma de  contar ,justamente una historia , de la literatura.No se como ponerlo de otra forma y espero que se entienda.Con la lectura no aprendí números,cantidad de desaparecido,quien manejo todo,etc..Pero si aprendí lo que vivió cada persona en ese entonces.Ya sean los adultos o los pequeños combatientes.


Descargo-Delfina.

Bueno, espero poder escribir todo o una parte de lo que no pude decir hoy. No sé si sólo lloraba porque fue la última clase de literatura en el año. La verdad es que me emocionó todo; escucharlos hablar y contar qué es lo que les produjo los libros, pensar en todo lo que hicimos durante el año, pensar que estuvimos juntos hace muchos años.
Las clases de literatura no fueron sólo clases, fueron como terapias en las cuales pudimos expresarnos a través de la escritura, que es muy difícil de lograr por más fácil que parezca. 
Lloré  y lloro porque me da miedo que no podamos volver a juntarnos de  esta manera y hablar y contar  y soltar. Sacar todo. Sólo espero que si no nos volvemos a ver o nos vemos poco, que cada uno pueda elegir lo que quiera, que siempre puedan estar acompañados de gente linda y  de un buen grupo de personas y que siempre, siempre siempre puedan encontrar la felicidad.
Gracias por todo a pesar de todo y gracias profe por lograr y dejarnos ser a través de algo tan lindo como la literatura.
Corto acá porque no quiero agobiarlos, ja ja ja.

UNA HISTORIA PARA PADECER TERNURA

Comencé a leer el libro en el colectivo, disperso, me cuesta comprometerme con la lectura, lo siento ajeno, sonidos molestos, la gente que habla. Cuando comprendo la situación del texto me pierdo en el. Bajé del colectivo y casi me chocan, el momento del abrazo fraternal me había comprado, recordé a mi hermana menor, terca como ella sola pero nunca más que yo, y mi vinieron a la mente muchos abrazos, en los que también corrían lagrimas. Caminé sin mirar hacia adelante y cuando lo hice estaba frente a mi casa. Cuando leí “ejercito infantil de resistencia” me enternecí, pero esta emoción se mezclo con un sentimiento de miedo protector, porque entendía lo peligroso que era el contexto.
“Podíamos parecer niños cualquiera, o incluso niños perturbados, pero nosotros eramos pequeños combatientes”. Cuando me encuentro por fin con el titulo de la novela siento una satisfacción, hasta sonrío levemente, ya había paseado por el parque de este texto y ahora me encontraba cruzando la puerta y con ganas de seguir avanzando. Siento constante ternura por la planificación del personaje principal, siento que empiezo a pensar como un niño y me desentiendo del mundo en el que ahora con 18 años estoy entrando, el de un hombre. Empiezo a encontrar mas lógicos a los chicos que a los adultos que los rodean.

Me está molestando la actitud pasiva de los tíos, nunca toman las riendas del asunto, parecen postes, ceros a la izquierda, solamente repiten como loros, “psicólogo, psicólogo”, esto me irrita. La abuela de la niña empieza a darme mucha curiosidad, se presenta como una persona fuera de sus cabales en el texto, pero yo sé que esconde mucho más de lo que se ve. En la chica noto una idea demasiado romántica sobre la guerra y la militancia, una idea que claramente carece de experiencia y que solo habla por boca de otros. Habla como si supiese de algo que solo se imagina.
Cuando Leí de la tristeza de los hermanos en la pagina 26, sintiéndose responsables de que su “compañera” la asistente social no hubiese llegado, y además intentando imaginársela segura en una casa me dolió el alma, la inocencia de ambos, que sin haber visto siquiera a su asistente ya daban por sentado que era un camarada, las culpas empiezan a ser muchas y los veo muy superados, me angustio, me desespero y empiezo a sentir impotencia, me invade una mezcla de ternura y tristeza. Me subo al tren de esta historia y parezco ser el único que ve el pozo al final, y también el único que no alcanza los frenos.

Me río mucho con la religión que inventaron los chicos, además parece ser que consiguieron seguidores. Los rituales, las mañas, estos chicos me sorprenden, el texto sigue y toma un poco más de color, me olvido un poco de los problemas y empieza a tener más luz todo.
Me vuelvo pasivo hasta que veo que la abuela empieza a cantar una canción de los montoneros y que la otra hace palmas, entendí allí el pasado de ambas, que ya era previsible pero ahora se hacía mas presente que nunca, los chicos se ilusionaban más con la revolución y ahora la cantaban a escondidas como locos.
Cuando la abuela dijo “vinieron” de verdad sentí el momento, la tensión, la desesperación que encima había que ocultar en silencio, era como esa pelota que pego en el palo con la que casi te empatan. Amadío no lo entendería, no mira futbol, o capaz lo aborde desde alguna experiencia personal y si, no lo sé.

Los inventos con los que sueña la chica son impensables pero divertidos. Me desentiendo de la chica, por momentos tengo que verla con ojos de adulto, por momentos con ojos de niño. Por fin entiendo que es mas niña que mujer, pero me costó.
Siento que la niña se siente sola. Dice que Verónica, un persona ficticio, era su mejor amiga, que se sentía muy identificada, y que si se conocieran se entenderían muy bien. De verdad la veo necesitando una amigo, además de su incondicional hermano.
Llego una vieja amiga de los padres de la niña y el niño, no me pareció gran cosa, hasta que dijo que no sabía, donde estaban, quienes se los habían llevado, ni si estaban vivos. Me resulto muy crudo para los hermanos, sobre todo para el más chico , y al igual que todos en la casa después des escuchar esas palabras, yo también me quedé duro y tenso en la lectura.

Que coincidencia, justo cuando descubrí que necesitaba una amiga apareció, eso me alivió, y la historia del padre fue conmovedora, pero no pasaron 2 hojas que la amiga se mudó, eso me dejó insatisfecho. El libro se torna más difícil de disfrutar, a pesar de los lindos momentos parece que nunca sale nada bien, no me gustan los finales felices, pero que toda la historia sea angustiante lo vuelve un poco denso, además estoy ansioso por encontrar ese gran problema que vuelve interesante a todas las historias. Me conmueve también que haya invitado a los 3 hermanos, hijos del montonero, y ver el buen corazón de la niña. Cuando leí que el hijo del montonero no fue más a la escuela abrí los ojos grandes y me imaginé 100 finales horribles para el chico, todo esto involuntariamente.
Odio el ingles, pero se ve que ella no. Cuando vi que no querían que vaya más no sabía por quien sentía más pena, si por la opinión muerta de la señora que le enseñaba o por la chica. Recordé en ese momento que también fui marginado por mi entorno alguna vez por mi nivel económico o mi posición social, y es doloroso por que no depende de uno y además por que no debería ser motivo para disgregar a nadie.

Cuando leí que en el fondo ella esperaba un encuentro con “el enemigo” quede mal, y leer que suponía que después de ver a sus padres (que parecía darlos por vivos sin saber) tal vez la dejaran ir por ser mujer me dolió más todavía, la inocencia ciega de realidad empezaba a espantarme, me ponía nervioso ver lo equivocada que estaba.
Leer la palabra colonia me trajo miles de recuerdos que se empujaban por llegar a mi cabeza, después de unos minutos los reprimí para continuar con mi lectura, pero no paraban.
Cuando la chica que se los llevaba el fin de semana, amiga de sus padres, les dio el libro estando en su casa, con los riesgos que había implicado regresar a buscarlo me llené de orgullo.
Esta mujer de los ojos celestes era la realidad que le estaba faltando a estos chicos, que vivían de ilusiones y especulaciones. Era sincera, y cruda para decir la verdad, me gustaba su carácter, pero también temía por ella, era muy directa y se notaba de lejos que era una “subversiva” para los uniformados. Cuando la chica se va a Tucumán, los nuevos personajes me marean un poco y me descoloco de la historia. El hecho de que no existan nombres para los personajes y solo se los presente como vínculos familiares hacía que se me enredaran más las ideas.
Siento que la abuela de la niña es muy prejuiciosa, y que está resentida con la familia, que por eso habla tan mal de ellos.

Que ella se enamorara me trajo muchos recuerdos, y me pareció muy divertido porque además ese tal Diego al parecer tenía menos conciencia que un mosquito.
Cuando leí el ejemplo que iba a darle la chica a su tía, “imaginate que te enamoras de un nazi” estallé. Me reí solo y de nuevo sentí esa ternura por la inocencia.
Cuando leí que la abuela que estaba en Tucumán se había muerto no lo podía creer. El texto ni me había preparado, estaba leyendo muy rápido y cuando leí “muerta” paré, y volví atrás para ver si había leído bien. Fue un golpe muy bajo y me hizo recordar a mi abuelo.
Me puso mal ver que los hermanos rifaban sus cosas para los soldados de Malvinas... sabía que no iban a llegar las cosas que le compraran.
Bueno, el final fue bastante fuerte, pero era hora de admitirlo, me alegraba que ella lo hubiese podido asumir, pero ella era más grande, su hermano claramente no estaba preparado, creo que se equivoco, pero bueno. Me gustó mucho esta historia, es muy angustiante igual, llega un momento que te empieza a deprimir que nunca se acabe la mala leche, pero de todas formas me pareció excelente y fue un gusto leerla.

Diario de lectura de dos veces junio- Santiago Flores

NUNCA MAS

Antes de elegir este libro, estaba entre dos opciones: Este o “Una Muchacha muy Bella”. Me decidí por este porque en la contratapa se habla del Mundial, y me gustaría ver como se usaba el fútbol para ocultar las cosas que pasaban en esa época.


Primera lectura: 8/11/14. Página 5 a 23
El prólogo nombra dos eventos trágicos que sucedieron en el mes de Junio, lo primero que se me viene a la mente es otra “tragedia” que pasó en Junio hace un par de años, que ni quiero recordar.

Primer capítulo: “Cuatrocientos noventa y siete”
Lo primero que me llamó la atención fue una falta de ortografía en el primer párrafo (decía “empesar” en vez de “empezar”), escrita en un cuaderno. Inmediatamente salta a otra historia, aparentemente en otro momento y lugar, ahora hay más de un personaje, escuchan la radio esperando los resultados de un sorteo, por lo que entiendo, del servicio militar.
La narración vuelve a saltar a la historia del comienzo, el narrador corrige la falta de ortografía en el cuaderno y me siento algo identificado cuando expresa “Pocas cosas me contrarian tanto como las faltas de ortografía”.
La radio anuncia un número de orden: el 640, el número del protagonista, al que le corresponde el número 497 que era el nombre del capítulo.
Aparecen los primeros nombres de personajes: El sargento Torres y el cabo Leiva, que probablemente haya sido el que escribió en el cuaderno.
El texto alterna ambas historias hasta que se pasa a una historia diferente: la protagonista era una mujer, que aparentemente estaba por dar a luz por primera vez.
Ahora el relato alterna las tres historias. El padre aconseja al protagonista y le cuenta una anécdota de cuando él estaba en el servicio militar. El protagonista piensa en borrar la corrección, pero decide no hacerlo. La mujer está a punto de dar a luz, la frase “De haber tenido un reloj, no habría podido mirarlo” confirma mis sospechas de que es está secuestrada, es una desaparecida.
La mujer da a luz a su bebé, pero le dicen que éste murió, aunque lo más probable es que se lo lleven para que sea criado por otra familia.
Se nombra a un nuevo personaje: El doctor Mesiano.
Obligan a la mujer a limpiar lo que ensució el tener al bebé, “La placenta metela nomás en el balde”, le dice uno de los militares. Casi escupo lo que estaba merendando. Esta historia es desagradable, es impactante la imagen, y más aún sabiendo que cosas como esta realmente pasaron en nuestro país.

Segundo capítulo: “Ciento veintiocho”.
El sargento Torres lee lo anotado en el cuaderno y consulta su opinión al protagonista, a lo que éste responde “A partir del momento en que la Patria lo requiera”, y me pregunto: ¿Qué Patria requiere la tortura de un niño?
Se nombra al hijo del doctor Mesiano, que aparentemente admiraba al protagonista por ser un soldado argentino.
El sargento Torres opina que se puede empezar torturar a los niños a partir de la edad en la que sepan hablar, ya que antes no serviría para nada. Menos mal que por lo menos tienen algún límite.
Ahora la historia vuelve a la mujer. Un doctor, el doctor Padilla, aconseja a los soldados que nadie “haga uso” de la mujer, “haga uso”, como si fuera un objeto.
El doctor Padilla seguía aconsejando a los soldados sobre como debían proceder con las interrogaciones sin provocar la muerte de la mujer, siempre y cuándo este no sea el objetivo.
El sargento Torres continúa reflexionando sobre la tortura de niños e intenta justificarlas alegando que los niños también participan en las guerras.
El protagonista comienza a trabajar como chofer del doctor Mesiano, anteriormente, él manejaba un Fiat 128, 128 es el título del capítulo, aunque no logro entender por qué. De a poco, el protagonista se va ganando el respeto y cariño del doctor, y viceversa.


Segunda lectura: 10/11/14. Página 23 a 38
Tercer capítulo: “Ciento dieciocho”.
Se continúan alternando las 3 historias. El sargento Torres increpa al cabo Leiva por lo poco claro que estaba su mensaje en el cuaderno, éste reconoció su error e informó que el mensaje lo había dejado el doctor Padilla, que dijo que el bebé de la mujer había nacido sano y los de la lista de espera estaban al acecho. La mujer sigue sufriendo, un hombre la tortura y le hace creer que van a matar a su hijo. El protagonista describe su rutina diaria como chofer del doctor Mesiano.
Se nombra a J.J. López, lo que me vuelve a llevar a esa otra “tragedia” sucedida en Junio hace unos años.
No encontré nada que explique el por qué del título, lo más cercano que vi fue en el segundo párrafo, “Ella se puso a contar los segundos que pasaban. No llegó a ciento veinte”, pero no me convence.

Cuarto capítulo: “Mil novecientos setenta y ocho”
Seguramente el título hace referencia al año en el que transcurre todo, el año del Mundial de Argentina. En el capítulo anterior ya se había hablado de un partido que se jugaría esa noche.
El protagonista sale en busca del doctor Mesiano para que pueda responder a la pregunta urgente del doctor Padilla, pero no aparece por ningún lado.
Se repite varias veces la formación de la selección Argentina para el partido de ese día, siempre con especial atención a distintos detalles sobre los jugadores.
Un conscripto llamado Lugo, le avisa al protagonista que alguien le obsequió a Mesiano dos entradas para el partido y había ido a buscarlas en el auto del coronel Maidana.
Torres y Leiva le sentían recelo al protagonista por lo lejos que había llegado siendo un simple conscripto, y muestran cierta felicidad al ver que Mesiano no aparece y se les presenta la oportunidad de deshacerse de él.
Vuelve a aparecer la mujer. Es increíble lo mucho que resiste a las torturas. Ahora parece que se cansaron de que no responda a sus preguntas y la van a fusilar, ella sigue sin dar nombres, escucha el ruido del gatillo pero no el disparo. Era un simulacro, ahora debe seguir viviendo con esas torturas, pero se mantiene fuerte, no habla.


Tercera lectura: 12/11/14. Página 38 a 52
Quinto capítulo: “Ochenta mil”
El protagonista recorre las afueras del estadio buscando al doctor Mesiano, porque sabe que si éste no responde lo antes posible la pregunta del doctor Padilla, él también puede pagar las consecuencias.
Mencionan la capacidad del estadio luego de las reformas: 80.000 espectadores, ochenta mil, el nombre del capítulo.
La descripción de las afueras del estadio, los accesos al mismo, el Tiro Federal, la movilización de las miles de personas que quieren ingresar, me recuerdan que hoy hay partido y en un par de horas voy a recorrer esas mismas calles y observar la misma situación.
La mujer esperaba que Argentina ganara, ya que quién sabe lo que podrían hacerle si perdía. Durante el partido, le llevaron a su bebé, para que éste no moleste. También prepararon una sopa medianamente mejor que la que le daban normalmente, sólo para no cortar la cábala de partidos anteriores, no porque en el fondo tuvieran un poco de humanidad.
El protagonista llega tarde al estadio, por lo que decide esperar afuera y buscar al doctor cuando terminara el partido. Encuentra un anillo de un tal Raúl, pero lo entierra en un arenero, para que nadie lo pueda encontrar, algo así como lo que hacían con los desaparecidos.

Sexto capítulo: “Veinticinco millones”
El protagonista entra a un bar. Más tarde cuando sale, la dueña se niega a cobrarle, lo que me hace pensar en el miedo disfrazado de respeto que algunos parecían tenerle a los militares.
En este capítulo, la historia es interrumpida varias veces para describir tácticas de fútbol.
Aparece una chica de alrededor de 15 años, corriendo, huyendo de algo que no se ve, tropezándose y volviendo a levantarse, hasta que “desaparece” en un pasaje abandonado. El protagonista pasa por un descampado y escucha chillidos de ratas que se parecen mucho a gemidos de personas, y luego un golpe seco, que relaciona con un gato golpeando un escombro contra la pared al intentar atrapar a una rata. Se esfuerza mucho en dejar en claro que ese sonido era efectivamente un gato y no otra cosa. No aclares que oscurece.


Cuarta lectura: 15/11/14. Página 52 a 110
Séptimo capítulo: “Cero uno”
Obviamente el título se refiere al resultado del partido, el cual Argentina perdió con Italia por 1-0.
Se muestra a la gente volviendo del estadio, cabizbaja y sin poder entender cómo podía haber pasado lo que pasó.
Podrá sonar estúpido, pero le tomo algo de resentimiento al doctor Mesiano cuando da a entender que Gatti era mejor que Fillol, pero no es importante.

Octavo capítulo: “202”
Al comienzo nombra un incidente con una esfera y cómo fue alterada la información par no dañar la imagen del país, lo que demuestra cómo se hacían las cosas en esa época.
El protagonista insiste al doctor Mesiano sobre la urgencia del asunto y la necesidad de una pronta respuesta a la pregunta del doctor Padilla, pero éste no le da importancia.
Se describen habitaciones de un hotel. Más adelante se da a entender que es un albergue transitorio al que el doctor Mesiano llevó a su hijo y al protagonista. La habitación del protagonista es la 202, nombre el capítulo.

Noveno capítulo: “5”
El protagonista está en la habitación con una prostituta. Él la ató a la cama y le pidió que sintiera disgusto y horror, y esto me recuerda a la mujer que había dado a luz y las violaciones que sufrió.
Por otro lado, también se relata la historia de una joven que es violada por 5 (Probablemente la razón del nombre del capítulo) a los que había pedido ayuda en la ruta.

Décimo capítulo: “S/N”
El nombre se debe al acceso principal a un edificio en Quilmes, el cual no tenía número.
“Hay que pensar que el prisionero ya es un muerto” dice Mesiano, lo que demuestra la forma de pensar que tenía esa gente y la total falta de consideración que se tenía por la vida humana. También insulta a las mujeres que quedan embarazadas para que los militares no puedan tocarlas. Si le había tomado desprecio con lo de Fillol, imaginate ahora.
En el edificio de Quilmes aparece el doctor Padilla, seguramente ahí es donde está la mujer.

Decimoprimer capítulo: “Dos trescientos”
El doctor Mesiano se enoja con Padilla por su ignorancia. Éste parece nervioso e insiste en que el conscripto (el protagonista) se vaya y los deje solos.
Padilla parece mostrar cierta preocupación por la salud de la mujer, pero lo esconde rápidamente. Ante la presión de Mesiano, calcula un peso aproximado del bebé: 2 kilos trescientos, lo que para Mesiano es muy poco.

Decimosegundo capítulo: “Cuarenta y ocho”
El soldado queda solo mientras los doctores siguen discutiendo en otro piso. Sin saberlo, se apoya en una puerta y una mujer lo toca por debajo de la puerta. Ella le dice que él no es uno de ellos y le pide que llame a un abogado para decirle donde está. Empieza a contarle con todos los detalles todo lo que le hicieron desde que la secuestraron y el soldado sólo la insulta y le dice que se calle, probablemente porque él nunca torturó a un desaparecido y siente que, si escucha lo que le cuenta la mujer y no hace nada, es como si la torturara el mismo, pero tiene miedo de actuar en contra de sus superiores y ser descubierto.
La mujer le pasa el número de un abogado al protagonista, un número que empezaba con 48.

Decimotercer capítulo: “Trescientos noventa y ocho”
Padilla y Mesiano discuten. El primero dice que “Primero está la lista”, a lo que Mesiano responde: “Primero está mi hermana”. Recuerdo que hace un par de capítulos, Mesiano había dicho que su hermana no podía tener hijos, por lo que interpreto que están discutiendo sobre quién va a recibir al hijo de la mujer detenida.
El doctor Mesiano entra por su cuenta a una escuela y le dice al protagonista que de un par de vueltas. Luego vuelve al edificio de Quilmes y también entra solo, para salir cargando algo que el soldado desconoce.


Quinta lectura: 18/11/14. Página 110 a 137
Epílogo: “Treinta del seis”

Decimocuarto capítulo: “Uno dos”
“Ahora si ha jugado Maradona”, es la primer frase de este capítulo. Si juega Maradona quiere decir que ya no es 1978, por lo tanto, si es otro Mundial, debe ser 1982.
En el diario sale una noticia sobre un cadáver encontrado sin cabeza y con los dedos quemados con ácido, para hacerlo imposible de reconocer. En el diario también aparece una lista de caídos en combate, seguramente en Malvinas, en la que aparece Sergio Mesiano.
El nombre del capítulo hace referencia otra vez al resultado del partido.

Decimoquinto capítulo: “Ciento treinta y tres”
El protagonista ahora tiene un Fiat 133. Está dudando si visitar o no al doctor Mesiano tras la muerte de su hijo. Se habla de confusiones en las listas de caídos en combate y prisioneros.

Decimosexto capítulo: “Mil novecientos ochenta y dos”
El año del Mundial de España. El protagonista decide ir a visitar a Mesiano, no lo encuentra en su casa, pero le dan una dirección de la casa de su cuñado.
Pasaron 10 días del día de la bandera, confirmando que la fecha es el 30/6.

Decimoséptimo capítulo: “Seis”
En la casa del cuñado de Mesiano, están por comer asado. La hermana del doctor llama a su hijo, Antonio, pero cuando aparece, el narrador dice que su nombre es Guillermo. Supongo que Mesiano logró que el hijo de la mujer secuestrada fuera adoptado por su hermana, y ese era el nombre que la mujer le había puesto.

Decimoctavo capítulo “Cuatro”
El hijo de la hermana de Mesiano tenía 4 años, definitivamente es el hijo de la mujer.
Aparece por primera vez la esposa del doctor, que pareciera que es autista, o que tiene algún otro problema parecido.

Decimonoveno capítulo: “Seiscientos treinta”
El protagonista se vuelve a su casa, en el auto sintoniza la radio Rivadavia, en la que se discuten las chances de derrotar a Brasil en el Mundial.
En su casa, mientras duerme, sueña con la puta del tic en la boca, que le dice “Matame, soldadito, matame”, que puede representar a las personas desaparecidas acechando los sueños de los que las habían torturado., aunque no me convence mi interpretación.
No pude identificar la razón del nombre del capítulo, hasta que, no sé por qué, se me ocurrió buscar el número de la radio Rivadavia, que es AM 630.


Conclusión: El libro me gustó, aunque no sé si lo recomendaría, ya que algunas escenas pueden resultar un poco fuertes para otra persona, es interesante la descripción de esa época tan terrible desde el punto de vista de un conscripto. La única duda que me dejó el libro es sobre el momento en el que Mesiano entra solo en una escuela, y luego al edificio de Quilmes, de donde sale cargando algo, que el protagonista desconoce. La mejor explicación a la que puedo llegar es que estaba haciendo favores para que le permitan a su hermana adoptar al bebé, pero no estoy convencido