Me acuerdo esa época, cuando tenía 5 años masomenos y recién
empezaba a leer mis primeras oraciones, palabra por palabra, repitiendo siempre
la misma pregunta ¿qué dice acá? Cuando me quedaba trabada sin saber o entender
el significado de la palabra o frase que leía. Mis primeros recuerdos con los
libros son esos en los que no habían más de veinte palabras, eran puros
dibujos. No sé si fue el primero, pero uno de los primeros que me acuerdo haber
leído fue “Federico dice no”, era una colección, yo tenía todos y los leía todo
el tiempo, ya me los sabía de memoria.
Por lo que me acuerdo, no me costó mucho aprender a leer, era
algo que realmente me gustaba y hoy en día me sigue gustando, será por eso que
en todas partes donde veía algo escrito lo leía en voz alta para practicar.
En mi jardín teníamos una biblioteca ambulante y una vez por
semana cada uno elegía el libro que le gustara para llevárselo a su casa, esos
eran uno de los días que yo mas esperaba y me acuerdo que llegaba feliz con mi
libro, se lo mostraba a mis papás y lo leía con ellos o a veces sola, todas las
noches antes de irme a dormir.
Mi autora favorita cuando era chica era María Elena Walsh, de
ella me gustaban los libros pero también las canciones, me pasaba todos los
días escuchándola. Libros en otro idioma no leo, no es algo que me interese, el
único que me acuerdo haber leído en un instituto de inglés que iba cuando tenía
siete años fue “La bruja Winnie”. Soy de prestar libros, no me molesta, pero
generalmente no pido prestados salvo que sea alguno que me recomienden, pero si
hay alguno que tenga muchas ganas de leer me gusta comprármelo. Tampoco me
gusta tener que leer un libro en fotocopias, me es incómodo, me gusta tener
contacto con el libro.
En la primaria me acuerdo que todos los años hacían una feria
del libro, y nos llevaban por aula y nos daban dos horas para leer y si
queríamos comprar alguno también podíamos. Hablando de ferias, también está la
feria del libro que se hace en la rural, que no me la pierdo ningún año,
siempre voy con mi mejor amiga y nos pasamos todo el día ahí, me encanta ir.
Particularmente para leer necesito estar sola y en un lugar
tranquilo, el ruido y la gente me desconcentran, generalmente suelo leer en mi
habitación y de noche, antes de irme a dormir, es el momento en el que me
concentro y lo disfruto mas. Si hay un lugar en el que no puedo leer es en el
colectivo o en cualquier medio de transporte, porque me empiezo a marear. No
soy de marcar ni escribir en los libros, salvo los que me dan para leer en el
colegio, ahí si cuando aparecen datos importantes, características de
personajes o cosas que se que me pueden servir las subrayo. Si empiezo un libro
lo termino, no me gusta dejarlos por la mitad, salvo “1984” que no pude
terminarlo, pero no porque no quisiera, sino porque me di cuenta que no iba a
llegar a leerlo para la fecha que la profesora nos había dado, entonces preferí
ver la película.
Mi biblioteca es muy variada, tengo libros desde que era
chiquita hasta los que me compro actualmente. La mayoría son de aventura,
ciencia ficción y algunos policiales. No tengo un autor favorito, me gusta leer
de todo un poco y siempre descubrir nuevos autores, tampoco tengo un género
literario preferido.
Algunos de los libros que mas me gustaron son “El inventor de
juegos” de Pablo De Santis, “Frin” y “Natacha” de Luis María Pescetti y “Los
ojos del perro siberiano” De Antonio Santa Ana. Nunca sentí frustración por un libro, tal vez si me pasó
que algunos no eran lo que yo esperaba, no me terminaron de atrapar, como “La
odisea” que no es que no me haya gustado, pero se me hizo muy denso leerlo y
eso a veces llevaba a que me aburriera.
Nunca salteo páginas, por más que me esté aburriendo no lo
hago, porque siento que me puedo llegar a perder de algún dato importante y
después no entender lo demás. A veces soy de releer algunas páginas o partes
que no haya entendido muy bien. Siempre que voy a empezar un libro o lo estoy
por comprar leo la contratapa, para saber de qué trata, aunque a veces no me
diga mucho, otras veces me atrapa y me dan más ganas de leerlo.
Por otro lado, la lectura obligatoria creo que tiene sus
ventajas y desventajas, está bueno porque conocemos nuevos libros, autores,
analizamos juntos y compartimos nuestras conclusiones sobre lo leído, pero en
mi caso me pasa que la lectura obligatoria no me permite leer los libros que yo
quiera porque no puedo leer dos libros a la vez, entonces nunca puedo empezar uno,
porque tengo los del colegio.
De chica amaba leer, pasaba todos mis tiempos libres con los
libros, ojalá pudiera decir que ahora me pasa lo mismo, pero no es así, la
tecnología influyó mucho en mis hábitos de lectura y creo que tendría que trabajar
mucho para poder volver disfrutar más de
los libros. Esa sensación de meterte en la historia que estás leyendo, de
ponerte en el lugar de los personajes, de
no poder parar de leer porque tenés esa intriga de saber cómo sigue la historia
eso es algo increíble.
En todo caso no se trataría de cambiar sino de sumar o de elegir las actividades para que leer sea una acción vital, no mera distracción o pasatiempo, un ir hacia otros, los personajes, el mundo inventado, otros puntos de vista sobre la vida, un viaje en el que participan las palabras, las emociones, los sentimientos. Tarea fascinante, provocadora, apasionante y, muchas veces, reveladora de nosotros mismos. Paradójicamente, lo que distrae atrae hacia sí al que quier alejarse y yéndose termina por encontrarse.
ResponderEliminarOjalá encuentres otros "inventores de juegos" y que al leer te leas.
Gracias por compartir.