Mi primer libro - Daniela Sampedro
El primer recuerdo que tengo relacionado con los libros fue en la primaria,
cuando nos llevaban a la biblioteca y teníamos que elegir un libro y llevarlo a
casa y después comentar en clase de que se trataba. Fue la única vez en la que
podía elegir yo que libro me interesaba y quería leer. Era el único momento que
disfrutaba cuando íbamos a la biblioteca y elegía un libro para leer y después
lo comentaba en casa con mis padres y cuando lo devolvía, me gustaba entregarlo
como me lo habían dado, jamás escribí los libros y los que no estaban en buen estado, lo pegaba y
lo forraba. Mi primer libro que me regalaron fue: “El gato con botas”, fue el que mas veces
leí.
Nunca fui a comprar libros o a una biblioteca a leer; no era
algo que me gustaba y por eso no lo hacía, si les prestaba los cuentos que tenía a mis
primos.
No cambio en nada en que hayan implementado nuevas tecnologías.
Mi sitio preferido, va que siempre leo, es en la habitación de mis papás; no
puedo leer en mi pieza porque me des concentro o termino en la computadora o
haciendo otras cosas. Tengo una biblioteca en mi cuarto pero no recurro a ella,
no le doy uso.
Por otro lado muy
pocas veces marco los libros, no soy habitual de cuando leo tener un lápiz con
migo porque no me gustaba marcarlos. Si los cuidaba y cuando prestaba un libro quería que
me lo devolvieran igual.
Ningún libro me
cambio la vida, el que si más me gusto que leí en la secundaria fue: “Los ojos
del perro siberiano” fue el que más
veces leí con atención y disfrutándolo. Es uno de los libros que más cuide y lo
compre para que me quede de recuerdo, ese contando con mi primer libro.
No tengo ningún autor favorito, si me gusta los géneros de
aventura. Mi mayor hazaña es a ver terminando de leer la mayor cantidad de
libros que me dieron en la secundaria y
mi fracaso fue lo contrario, por no haberle dado el tiempo necesario y dejarlo
para último momento.
Leo no porque me guste, sino como una tarea u obligación, no
porque sienta un interés o placer por hacerlo. Dejo de leer porque me canso, me
aburro o termino entreteniendo me. No le pongo mucho entusiasmo cuando leo.
Para mi la literatura
en el colegio es un aprendizaje a la hora de expresarse o tener más
vocabulario. Es una de las materias que gracias a obtener mayor desarrollo a la
hora de hablar te ayudan en otras.
Siempre leo a la tarde u noche depende el momento que le
dedique y es por el principio, muy pocas veces salteo las hojas cuando no llego
y después no entiendo el libro o la novela.
Con todo lo que hacemos nos movemos entre el placer y el deber, entre lo que elegimos y lo que nos vemos obligados a hacer: la lectura es una actividad que no escapa a este vaivén, interesantísimo, porque nos va construyendo como seres responsables.
ResponderEliminar«Leer es comprender». Y, comprender viene de intelligere, e intelligere tal vez solo quiera decir «leer dentro», intus legere, o sea, leerse. De ahí que la causa de que muchas personas no quieran leer radique en que, posiblemente, no deseen entrar dentro de sí mismas, o sí, pero no mediante un libro. Este es un desafío que el trabajo en el aula nos propone y no se limita, entonces, sólo a lo querido o lo deseado, sino, además, a lo necesario.
Gracias por compartir y escuchar y ojalá encuentres el sentido que tiene para vos leer y aparezca el libro que te haga lectora para siempre