domingo, 7 de abril de 2013

Mi autobiografía de lector - Ramiro Long


Mi autobiografía del lector
Desde que yo era chico mi mamá me leía muchos cuentos ya que quería que yo disfrutase la literatura como ella lo hace. Recuerdo que a veces, también, los inventaba y de a poco yo fui imaginando los míos. Uno de los primeros libros  que recuerdo haber leído fue “Cuentos de la selva” de Horacio Quiroga, me quedé asombrado porque no pensé que me iba a gustar tanto. Otros libros que acompañó mi infancia fue: la saga de Geronimo Stilton, narra las aventuras, historias y misterios  de un ratón que trabajaba de escritor y director de un periódico titulado "El eco del Roedor". Este en particular me gustó mucho y todavía conservo los libros, creo que fué la primera vez que no quería dejar de leerlo no importa lo que pasara, realmente me atrapó la trama y supo entretenerme. Con lo que respecta a mi autor favorito, no tengo, pero me gustan algunos como Arthur Conan Doyle y Serguio Aguirre. No tengo un lugar especialmente cómodo para leer, yo creo que si el libro me atrapa, este lo convierte en placentero.
Tengo una biblioteca en mi cuarto de la cual no estoy muy orgulloso de ella, hay muchos libros sin leer y otros que son de cuando era chico, se podría decir que, de momento, esta de adorno en mi habitación, aunque espero que con el tiempo esto pueda cambiar.
Ramiro Long.


1 comentario:

  1. No son los libros los responsables de que no nos guste leer, sino, principalmente, los lectores. Por esto, ante la pregunta sobre qué es leer, la respuesta es comprender sin dificultades. El gusto puede ser interrogado una vez que la comprensión ha sucedido. Como solemos rechazar lo que no comprendemos, ahora podríamos pensar que, a lo mejor, lo que no gusta en realidad no se entiende. La escuela puede o no hacernos gustar de la literatura, pero sí debe, ineludiblemente enseñarnos a leer, a comprender. Este es el arduo trabajo y el desafío que se nos abre en el espacio del aula.
    Ojalá descubras nuevos significados para la lectura, así tus libros pueden ser algo más que un mero adorno.
    Gracias por compartir.

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