domingo, 7 de abril de 2013

Mi Primer Libro - Daniela Sampedro


                       Mi primer libro - Daniela Sampedro

El primer recuerdo que tengo  relacionado con los libros fue en la primaria, cuando nos llevaban a la biblioteca y teníamos que elegir un libro y llevarlo a casa y después comentar en clase de que se trataba. Fue la única vez en la que podía elegir yo que libro me interesaba y quería leer. Era el único momento que disfrutaba cuando íbamos a la biblioteca y elegía un libro para leer y después lo comentaba en casa con mis padres y cuando lo devolvía, me gustaba entregarlo como me lo habían dado, jamás escribí los libros y los  que no estaban en buen estado, lo pegaba y lo forraba. Mi primer libro que me regalaron  fue: “El gato con botas”, fue el que mas veces leí.

Nunca fui a comprar libros o a una biblioteca a leer; no era algo que me gustaba y por eso no lo hacía,  si les prestaba los cuentos que tenía a mis primos.
No cambio en nada en que hayan implementado nuevas tecnologías. Mi sitio preferido, va que siempre leo, es en la habitación de mis papás; no puedo leer en mi pieza porque me des concentro o termino en la computadora o haciendo otras cosas. Tengo una biblioteca en mi cuarto pero no recurro a ella, no le doy uso.

 Por otro lado muy pocas veces marco los libros, no soy habitual de cuando leo tener un lápiz con migo porque no me gustaba marcarlos. Si los  cuidaba y cuando prestaba un libro quería que me lo devolvieran igual.
 Ningún libro me cambio la vida, el que si más me gusto que leí en la secundaria fue: “Los ojos del perro siberiano”  fue el que más veces leí con atención y disfrutándolo. Es uno de los libros que más cuide y lo compre para que me quede de recuerdo, ese contando con mi primer libro.

No tengo ningún autor favorito, si me gusta los géneros de aventura. Mi mayor hazaña es a ver terminando de leer la mayor cantidad de libros que me dieron en la secundaria  y mi fracaso fue lo contrario, por no haberle dado el tiempo necesario y dejarlo para último momento.

Leo no porque me guste, sino como una tarea u obligación, no porque sienta un interés o placer por hacerlo. Dejo de leer porque me canso, me aburro o termino entreteniendo me. No le pongo mucho entusiasmo cuando leo.

 Para mi la literatura en el colegio es un aprendizaje a la hora de expresarse o tener más vocabulario. Es una de las materias que gracias a obtener mayor desarrollo a la hora de hablar te ayudan en otras.
Siempre leo a la tarde u noche depende el momento que le dedique y es por el principio, muy pocas veces salteo las hojas cuando no llego y después no entiendo el libro o la novela.

1 comentario:

  1. Con todo lo que hacemos nos movemos entre el placer y el deber, entre lo que elegimos y lo que nos vemos obligados a hacer: la lectura es una actividad que no escapa a este vaivén, interesantísimo, porque nos va construyendo como seres responsables.
    «Leer es comprender». Y, comprender viene de intelligere, e intelligere tal vez solo quiera decir «leer dentro», intus legere, o sea, leerse. De ahí que la causa de que muchas personas no quieran leer radique en que, posiblemente, no deseen entrar dentro de sí mismas, o sí, pero no mediante un libro. Este es un desafío que el trabajo en el aula nos propone y no se limita, entonces, sólo a lo querido o lo deseado, sino, además, a lo necesario.
    Gracias por compartir y escuchar y ojalá encuentres el sentido que tiene para vos leer y aparezca el libro que te haga lectora para siempre

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