jueves, 11 de septiembre de 2014

Busqueda 15 Poesias.

Búsqueda

Hoy asumo mi humanidad de todos los tiempos, y camino, 
simplemente sin rumbo. ¿Quien sabe donde ir, hoy por hoy?
¿Quien no ensordece ante la podredumbre del mundo?
¿Quien responde con la verdad definitiva? 
¿Quien juzga la injusticia que corroe la incertidumbre 
de nuestro propio llanto?
Por eso, hoy, de repente, no quiero ser yo, 
la de siempre, quiero volver a buscar en lo más hondo
del árbol genealógico  del universo la raíz desnuda, 
y vestirla con otra importancia.

Incertidumbre


Quisiera vivir hoy el futuro de mis noches, 
el pasado de mis días,
el presente de mis horas. 
Todos estos momentos juntos
y formar un abanico de eléctricas flores,
una ilusión sin nombre,
un pentagrama sin notas,
un campo sin semillas,
un cielo sin estrellas.
Y gritar al mundo entero
que estoy aquí, 
que existo finalmente. 

Descubrimiento


Este retazo de dignidad,
este desvestirme de todos los días, 
es lo que de pronto me hace descubrirme 
a mi misma.
Yo, con mis dudas, con alegrías, 
poniéndome de pie entre esperanzas y sueños, 
rompiendo la rutina en pedacitos,
metiéndome la cotidianidad en las venas,
observando el espejo de la vida. 
Naciendo de vuelta en cada movimiento, 
sentada en el banco del universo
remonto mi imagen pasada,
aprieto mis manos quietas. 
Me destrabo, me ubico en la platea preferencial,
y presencio mi acto, me humillo, me apiado,
me consuelo, y reanudo mi camino resignada. 



Hiriendome

Sola, con tus huellas desiertas.
Imposible de tomar tanto silencio. 
Intentado descubrir otro horizonte,
proponiéndome momentos de paz.
Y estoy y no me encuentro, hablo sin voz,
lloro sin llanto. 
Y me lastimo en cada celula, 
en cada hueso de mi laberinto
de recuerdos. 

Renacimiento


La muerte arde en el puerto que salpican
los vientos. 
Más allá, la humanidad reposa entre pedazos 
de viejos huesos.
La juventud del silencio sonríe,
mientras el dolor grita su suerte
de atascado velero. 
La tumba que lastima el cielo
con su amanecer sin sueños
ha sentenciado las calles de la ciudad 
de los siglos.
En la distancia, una parte de la llanura, 
y a lo lejos un labrador
sembrando la única semilla, mientras un poquito
de luz ilumina el nuevo día.


Debate 

¿Qué flor perfuma los silencios de mis sueños?
¿Qué velero me transporta en la distancia de mis noches? 
¿Acaso soy yo ésta que transforma el cristal de la vida? 
¿O es sólo un espejismo que esquiva realidades? 
¿O, quizás, la intensa necesidad de encontrar
mi propia esencia? 
¿Qué es todo esto que me alienta a descubrirme? 
¿Qué nada es lo que me impulsa a anularme? 

Esperando


Como ayer, como hoy, como siempre, 
La misma piel cada mañana, 
los mismos miedos.
La misma rutina de seguir andando.
El único reloj marcando horas iguales, vacías. 
Y yo, que aún espero que algo cambie.
Busco una salida en la mano del amigo, 
del silencio, y a pesar de todo, en ese momnento
me renace la esperenza, desde adentro.
Imagino que cambio mi piel, me miro al espejo
y me doy cuenta que sigo esperando,
como ayer, como hoy, como siempre. 


Escapar 


Quisiera poder olvidar, para seguir viviendo. 
Aceptar, no poder hacer nada.
Cerrar mi garganta a la injusticia que invade mi sangre,
acostumbrar mi apetito de cosas que no tiene sentido del mundo,
sin darme tiempo para negar mi propia existencia
y ensordecer mis noches comiéndola en mis sueños.
Pero no puedo, o simplemente no quiero. 


Partida


Es preciso juntarnos y comenzar unidos el vuelo.
Prepararnos pare recibir de la mano el presagio del mundo. 
Recostarnos en su ángulo llano, y aguardar
sin presa la sombra cavando la nostalgia.
Es preciso abrirnos las puertas del vació 
Florecer sin aviso, descolgarnos sin huidas. 
Irnos como gorriones despidiendo nuestra jornada
sin aplausos ni discurso, protegiendo este vicio
de querer ser nosotros mismos. 

Ironia


Porque existe un ideal porque luchar, 
el hambre del mundo, el desastre de una gurra,
es que seguimos adelante.
Irónico destino nos rodea.
¿Qué bandera mostramos en su nombre? 
¿Qué sustantivo propio proponemos a la batalla? 
"Injusticia", "lucha", o simplemente cobardía
de enfrentarnos a la realidad: que somos nosotros 
los únicos culpables, ambiciosos viajantes
en este desierto que apodamos "vida"

Maternidad

"¡Mira cómo crecen de espigas mis entrañas!", te dije.
Me miraste y tus ojos pequeños parecieron agrandarse hasta
cubrir la mañana con tu alegría perfumada.
"¿¡Un hijo!?", preguntaste y exclamaste sin pausa
y el asombro te invadió de calma.
Y que eras feliz me contaste, y el universo se hizo pequeño 
ante nuestras almas.
"¿Dónde pondremos la cuna?", y como una paloma corriste
apresurado, contándole al viento tu gran felicidad. 
Colmaste mi cara de dulces besos y.. yo...
yo te sonreí y sentí al hijo latir pleno de vida, con ansias locas
de invadir de relidades hermosas nuestra atmósfera de sueños.


Cada vez que te miro

Cada vez que te miro, todo es distinto.
Tu presencia trasforma lo oscuro,
el cielo se achica y las nubes se unen ansiosas.
Si es el día, el sol hunde como nunca sus rayos en la tierra
humedecida, y los árboles elevan sus enormes ojos 
al infinito para sonreírle
Si es la noche, la luna peina su melena plateada 
para alumbrar con mas luz el camino de la vida. 
La penumbra que acompaña al silencio
es invadida por un coro de ángeles 
que repiten tu nombre y el mío, confundiéndose 
en un torbellino de amor cada vez que te miro. 


Te necesito


Te necesito para recorrer tus manos, 
cálido manantial de ternura.
Para anhelar tu presencia de tarde madura.
Para entonar en versos la dulce melodía de tus senos
y descubrir en ellos el alma de la noche.
Te necesito, para vencer contigo la oseadia del viento
y refrescar mi memoria en el mar de tu mirada.
Para encontrar mi infancia en tus ojos cansados. 
Para beber de tus lágrimas el vino de mi sosiego. 
Para contarle al río de tus sueños y, en el agua infantil
de mi recodo, pedirte perdón en silencio.


Recuerdos


Patio de Dorrego, de macetas rojas,
de viejos helechos poblados de sol.
Patio de domingos de tardes pausadas, 
de té con scones. 
La música breve de un pájaro triste,
la herencia de un libro que un día escribiste
y tus manos que hoy tiemblan bebiendo recuerdos
los versos que hoy laten en tu corazón.
Y a pesar del tiempo tu sueños persisten
y se representan en aquella flor que un día elegiste
porque te gustaba. 


Maestra


Mañana, cuando el barco que guías
ancle en el puerto de la despedida, 
sentirás que algo de ti se irá en ese viaje hacia el mar de la vida. 
Seguirás con el recuerdo de la derrota de tus marineros, 
como un libro de cuentos leerás en tu sus sueños.
Y algún día futuro volverán a tu encuentro,
porque siempre regresa lo que se lleva adentro. 

1 comentario:

  1. Escribir comprometidamente siempre es desafío y provocación, aventura y riesgo, juego. Leyéndote se agradece el andar, las volteretas y la danza de las palabras en el aire de la página. Disfruté mucho de tus textos, sobre los que todavía se puede trabajar un poco más para que lo bueno sea excelente, para que tu voz suene y conmueva. Hay un estilo forzado en el que cuesta reconocerte.
    Rever el ritmo, la selección de vocabulario, los juegos sonoros, el uso polisémico de las palabra. También, buscar un eje común a los textos para que se puedan leer como un todo cohesionado y no como partes separadas, a pesar del intento del título.
    Gracias por las palabras.

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