Eclipse
Lento girasol se mueve, anaranjado espera. Ella, sigilosa mira y contempla. Se encuentran, al fin, pasan, susurran y se separan. Sola ya se apaga un poco, carente de propia luz. Girando van, mirándose siempre, tocándose nunca.
El lobo y caperucita
El lobo se sentó satisfecho, admirando su obra. Pensaba en los honores que recibiría al volver a casa. Aplausos, vítores, regalos, besos y abrazos. Seguro la loba que tanto deseaba al fin lo tendría en cuenta, se casarían por supuesto y serían muy felices juntos.
Súbitamente, un hacha corta su viente.
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